¿Se te traba la lengua al hablar en inglés?
- Team Neural Ear System
- 2 ene 2023
- 4 Min. de lectura
Esta situación tiene se explica parcialmente por el papel que juegan de los músculos en el canto y la producción de la voz.

El canto y la producción de la voz son actividades físicas que involucran el uso de los músculos.
Como en todo deporte, los músculos que necesitamos para cantar y hablar tienen que funcionar correctamente, y ser lo suficientemente fuertes para cumplir con las exigencias.
Los músculos en general tienen esencialmente tres acciones:
A) Se contraen,
B) Se relajan y,
C) Se pueden estirar.

La contracción de un músculo a menudo se denomina flexión muscular. Cuando un músculo se contrae, se acorta y se abulta. Esto se puede observar fácilmente mirando el bíceps en la parte superior del brazo.
La acción muscular más básica es el espasmo (reflejo de tirón); es una contracción rápida del músculo, causada por la energía que pasa a través de él.
Cuando los músculos se relajan, normalmente vuelven a su longitud original y el bulto desaparece. Sin embargo, en una actividad atlética sostenida, los músculos que han sido sobrecargados pueden perder esta función y entrar en un estado de contracción crónica.
En tales casos, los músculos deben estirarse, por lo que los atletas reciben masajes constantemente.
Los músculos tienden a trabajar en grupos en lugar de hacerlo de forma aislada. Por ejemplo, un grupo de músculos trabaja en conjunto para levantar el brazo y un grupo de músculos trabaja en conjunto para bajarlo. Si ambos grupos de músculos decidieran trabajar al mismo tiempo, habría un problema. El brazo no subiría ni bajaría, y la energía en conflicto bloquearía cualquier movimiento. Este conflicto de energías musculares se denomina tensión.

Considere la lengua, que no es simplemente un músculo, sino una combinación de varios que trabajan juntos para formar el órgano del cuerpo que se mueve más rápido. También es un órgano muy flexible, que permite a la persona modificar la forma de la boca y la faringe con rapidez y precisión.
Pero cualquier conflicto de energías en los músculos de la lengua puede provocar tensión en la raíz de ésta, cuando la base de la lengua se traba, interfiere con su libre movimiento y tiende a endurecer la mandíbula. Esto puede dificultar la formación de vocales, consonantes y el libre movimiento de la laringe, todo lo cual tiene un efecto negativo en la voz cantada o hablada, y por eso luego decimos que “se nos traba la lengua”.
La producción del habla es un acto motor muy complejo, que implica la activación finamente coordinada de aproximadamente 100 músculos en los sistemas motores respiratorio, laríngeo y oral. Para lograr esta tarea, los hablantes utilizan una gran red de regiones cerebrales.
El movimiento depende absolutamente de la información sensorial.
Afirmamos al inicio de esta entrada que la explicación parcial corresponde a la intervención de los músculos en la producción de la voz y si bien intervienen muchos de ellos, existen otros músculos, los más pequeños del cuerpo humano, que también participan en el sistema de producción de la voz, ya que el lazo audio-vocal, nos permite ajustar la señal percibida (lo que escuchamos o listening) con nuestra emisión (lo que hablamos o speaking), una especie de sintonización.
Para llevar a cabo esta tarea de ajuste, el oído medio es una parte muy relevante de nuestro sistema auditivo.

En el oído medio existen otros músculos. Uno es el tensor del tímpano de apenas 2 centímetros aproximadamente y el músculo del estapedio, o del estribo, de sólo unos milímetros.
Estos músculos forman parte del oído medio y tienen una función muy especial: por un lado, ante sonidos fuertes lesivos se contraen, particularmente el del estapedio, lo que hace que los huesecillos del oído medio disminuyan la conducción de esos sonidos fuertes.
Esa contracción se le conoce como reflejo estapedial o reflejo acústico. Además, el reflejo estapedial también tiene otra función, atenúa los sonidos graves o de baja frecuencia. Al ocultar los sonidos de baja frecuencia en un ambiente ruidoso, normalmente se elimina un componente importante del ruido de fondo, y permite que una persona se concentre en los sonidos por encima de los 1,000 Hertz, que contienen la mayor parte de la información pertinente para la comunicación vocal (verbal), en otras palabras, colocarlos en primer plano.

Otra función de los músculos estapedio y tensor del tímpano consiste en disminuir la sensibilidad auditiva de una persona hacia sus propias palabras, pero en un grado suficiente para también activar el lazo audio vocal.
Este efecto es producido por unas señales nerviosas colaterales transmitidas hacia estos músculos al mismo tiempo que el cerebro activa el mecanismo de la voz.
Más aún, algunas investigaciones han encontrado que el oído medio no es un mero actor pasivo durante la audición, sino que, al contraerse los músculos del oído medio, lo hacen en forma de distintas variaciones, con ello la frecuencia de resonancia del oído se desplaza hacia frecuencias agudas, mejorando la discriminación de la palabra en ambientes ruidosos, a esto se le llama que el oído es un pre-filtro de frecuencias.
Esto se traduce en que la propiedad más llamativa del sistema auditivo es su capacidad de analizar el mundo de los sonidos superpuestos, y de separarlos según a sus diversas fuentes, es decir, de donde provienen.
Más adelante seguiremos explorando cómo este lazo audio-vocal o sintonización tiene relevancia en el aprendizaje de nuevas lenguas.
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