Oído. Piedra angular del aprendizaje.

La percepción auditiva es el sentido de mayor importancia para un bebé. A través del oído los niños viven la experiencia del lenguaje y de la música; y ambos estimulan su desarrollo emocional e intelectual de formas que ningún otro sentido lo puede hacer.

El cerebro de los bebés está preparado para poner atención al habla aún antes de que nazcan. El simple hecho de oír hablar una y otra vez a lo largo de los primeros años de vida es suficiente para refinar las estructuras neuronales necesarias tanto para comprender como producir el habla.

Debido a que el lenguaje es lo que usamos principalmente para enseñar a nuestros niños, sin duda oír es el sentido más importante para su crecimiento intelectual. (Lise Eliot).

Conforme la persona crece, oír con atención, es decir escuchar, permanece como la piedra angular del aprendizaje.

Más de tres terceras partes de lo que los niños aprenden en la escuela ocurre mediante lo que escuchan. (Michael B. Gilbert).

Finalmente, el adulto no es distinto al niño en este aspecto, poder escuchar bien es elemental en la comunicación y en su continuo aprendizaje, como capacitación o en la educación continua.