El oído y el habla
- Team Neural Ear System
- 10 mar 2022
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Las frecuencias del habla humana se localizan en el ámbito de los 250 y 3,000 Hz. Aunque es cierto que algunos fonemas están situados entre los 4,000 y los 8,000 Hz en sus notas fundamentales.
Las vocales se producen como sonidos, mientras que las consonantes se clasifican más bien como ruidos y son de dos clases: sordas o silenciosas, en las que no intervienen las cuerdas vocales, y sonoras o habladas donde actúan las cuerdas vocales. La mayoría de las consonantes se originan algo bruscamente, por lo que contienen armónicos transitorios (ver conceptos básicos).
Hay algunas diferencias subjetivas importantes en cuanto a la percepción del sonido. Por ejemplo, algunas frecuencias altas no son percibidas en el mismo tono original posiblemente debido a la transición mecánica en el oído medio que no responde apropiadamente a las vibraciones. Por otra parte, las células de la cóclea responden en forma distinta en el intervalo de frecuencias audible, aunque esto también depende de cada persona y sobre todo de la condición de su aparato auditivo. "Esto significa que la sensibilidad del oído humano no responde de la misma forma a potencias iguales en todo el espectro de frecuencias, por lo que las que la percepción del sonido tiene un fuerte componente subjetivo" (Caupolicán Muñoz Gamboa).

La inteligibilidad oral se debe a las altas frecuencias. Para que el habla sea comprensible, es indispensable la presencia de armónicos cuya frecuencia se halla entre los 500 y 3,500 Hz.
Con relación a los ruidos del entorno, cuando éstos se hallan cercanos al umbral de inteligibilidad son más disruptivos porque concentran nuestra atención en tratar de descifrarlos y en ello captan y focalizan nuestro esfuerzo en detrimento de la tarea o de la interacción social que estamos manteniendo. En otras palabras, tener cerca otras conversaciones nos distrae.
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